Imaginando lo inimaginable
Carlos E. Martínez, General de Brigada, USAF, Retirado
Como piloto de avión, una de las cosas que aprendí al principio de mi carrera fue pensar siempre en situaciones potencialmente peligrosas para calcular la mejor manera de responder si se producen. Siempre he aplicado el mismo enfoque a otros aspectos de mi vida profesional y personal. Hay algunos ejemplos que preferiría no mencionar que a veces han asustado a mi esposa.
Poco después de las elecciones de 2016 vi una serie de televisión noruega “Ocupado” que me pareció escalofriante. (Los que están interesados pueden encontrarlo en Netflix.) La principal premisa del programa fue que el nuevo gobierno del Partido Verde en Noruega decide cerrar sus campos petroleros y luego ofrecer electricidad nuclear gratuita a todos los países de Europa. Pero, la Unión Europea, acostumbrada al uso del petróleo, pide a Rusia que se haga cargo de los yacimientos petrolíferos noruegos y reanude la producción de petróleo. Al final, Noruega termina enfrentándose a una ocupación militar rusa. Ver ese programa me hizo preguntarme si algo similar podría suceder en este país. Déjame contarte el escenario que se me ocurrió.
Considere la posibilidad de que otro huracán fuerte golpee Puerto Rico resultando en un desastre mucho mayor que el que resultó 2017. Y, debido a varios otros huracanes que acababan de golpear la costa del Golfo de los Estados Unidos, como los cuatro que han azotado este año, las capacidades de FEMA estaban demasiado extendidas y no estaban en posición de responder. Por casualidad, una fuerza naval rusa se encontraba cerca de Puerto Rico. Vladimir Putin le ofrece al gobierno de los Estados Unidos enviar fuerzas militares a la isla para distribuir agua y alimentos. Nuestro presidente, que ha demostrado más confianza en Putin que algunos de sus propios expertos del gobierno, acoge con satisfacción la oferta rusa. Pronto, los barcos rusos están anclados en San Juan y las tropas rusas se extienden por toda la isla. Mientras que Putin prometió que sólo estarían allí el tiempo suficiente para ayudar con el desastre, las semanas se convierten en meses, y los rusos no se van. Como sucedió en la serie noruega ficticia, Puerto Rico se encuentra “ocupado”.
Se podría decir que tal escenario no es posible, que nuestro gobierno nunca permitiría que algo tan inimaginable como eso suceda. Pero, este es el mismo gobierno que ya ha hecho muchas cosas inimaginables, como separar a los niños pequeños de sus madres y ponerlos en jaulas como animales y enviar fuerzas armadas a ciudades estadounidenses para reprimir a los manifestantes bajo el pretexto de controlar la delincuencia. Lo inimaginable ya ha sucedido y si esta administración continúa en el poder, volverá a suceder.
Es por eso que para salvar el futuro de esta nación es imperativo que se unan a mí este noviembre para elegir a Joe Biden para ser el próximo presidente de los Estados Unidos. Joe Biden sabe la importancia de mantener las capacidades de FEMA en niveles suficientes para hacer frente a múltiples desastres a la vez. También respeta al pueblo puertorriqueño, les dará toda la ayuda que necesitan para sobrevivir a cualquier desastre, no les dará rollos de toallas de papel como lo hizo nuestro presidente después del huracán María. Biden no esperará más de 1000 días para brindarles la asistencia financiera que la isla necesitaba. Biden también sabe qué países son nuestros verdaderos amigos con cuales uno puede contar. Biden sabe que Rusia no es un país con que se puede confiar como aparentemente cree el presidente actual.
Entonces, les pido dos cosas. Primero, les pido a mis compatriotas cubanos que huyeron de la ocupación rusa de Cuba que recuerden lo que puede pasar si uno deja que un déspota se apodere del país. Y, teniendo eso en cuenta, que voten por Joe Biden este otoño. En segundo lugar, les pido a nuestros hermanos puertorriqueños, en particular a aquellos que se han establecido temporalmente en Florida, que se registren para votar en Florida y que voten en las elecciones de este otoño. Necesitamos que ambos voten como si su futuro y el futuro de nuestros hijos dependieran de su voto. Porque, como dijo el presidente Obama en la convención demócrata este pasado verano, esta es la elección más importante de nuestra vida, y si Joe Biden no gana, posiblemente sea el fin de la nación que conocemos y amamos.